Sobre un pilar de agua
Sobre un pilar de agua tiene el viento
edificado el sol de mi alegría
y basta un aire duro, un agua fría,
para llevar a cumbre mi aislamiento.
Yo solo contra el mar, contra el lamento
de un mar de soledad sin melodía,
dejando entre la roca, en mi porfía,
vientos de carne y ráfagas de aliento.
Sobre un pilar de nada, sobre un río
de nada, sobre un llanto ya de nada,
rompo mi nada y crezco mi tortura.
Y yo, contra el fantasma del estío,
arribo y vivo por la siempre helada
noche de soledad de mi amargura.
(Publicado en Cal nº 1, Enero de 1974)