La muerte en los pinceles
II
(Valdés Leal)
Aquí se pudre el hombre. Casi nada
le queda. Sólo huesos, miedo largo;
y entrujamos la vida sin embargo
para sorber su pulpa y su carnada.
Y cada vez que oímos la llamada
de la muerte en los otros, nada amargo
nos dice, nada anota en nuestro cargo,
nada nos duele en cada voz velada.
Y sin embargo apunta y cobra muerto,
y va llevando su trofeo cierto
por entre huesos rotos y gusanos.
Y aunque el lienzo devore mi corona
le seguirá negando su persona
a ese muerto que alienta entre mis manos.
(Publicado en Azupirán, Julio de 1987, Arcos de la Frontera)