En mi recuerdo para Leonardo Rosa Hita
Paso las hojas de mi calendario
asesinando mi vivir un día.
¿Cuánto tiempo me falta? Todavía
le quedan letras a mi abecedario.
Tengo a punto la mano, presidiario
entre la hoja pasada y la que había
que remontar, y duele la agonía
de adelantarse este morir a diario.
Pero tiembla mi mano y mi palabra.
Que el tiempo que me queda no me labra
más que inquietud y no deja un recuerdo.
Y en esta lucha que tendré conmigo
me voy quedando ya sin enemigo:
que al pasar mi vivir mi muerte muerdo.
(Publicado en Torre Tavira nº 47)