MIENTRAS TOCAS EL PIANO
"Tristesse", no, que es ya mucha tristeza.
"Nocturnos", no, que el corazón del día
va desbocado en busca de armonía:
clave de fa vertida en tu belleza.
Beethoven no asimila tu entereza.
Que si Chopin, si Schumann... ¡Qué porfía!
Al cara o cruz de mi melancolía
tus dedos pulsan la Delicadeza.
Tus dedos pulsan, nacen los sonidos,
y por la senda blanca del teclado
cruje la gama en do, tiemblan compases.
Pero sólo tu música -en latidos,
en besos, risas, glorias- ha creado
concierto en sol -primor- de cuanto haces.