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Os veo, pero miro tras vosotros,
y miro mi contorno en vuestra gracia,
y miro lo que quise yo haber sido,
lo que lucharé porque seais
sin mancha;
nunca seréis lo que quisiera,
lo que siendo no quisiera haber sido,
lo que pensando en vosotros,
ignorando en vosotros y no siendo
quisiera no haber soñado,
hijos míos;
tendréis noticias sobre mí,
recuerdos de mí entre sueños;
yo seré lo que vosotros negaréis,
lo que yo negué no siendo,
lo que yo, al canto del gallo,
pedro de plástico y huero,
negué de mi padre vivo
cuando ya no había más remedio,
yendo, entre sones difuntos,
muerto.
Estáis frente a mi y no estáis,
no estoy yo donde me veis;
cuatro contra uno perdiendo
lo que ignoráis que sabéis.