19
La noche es lo terrible.
Porque te enfrentas con la pena
sin paliativos,
con la verdad desnuda;
y sus puntas hirientes
retuercen tus aguantes
hasta hacerte estallar en rabio y llanto.
Tal vez después el día
pondrá sordina a tu dolor inmenso
para poder vivir entre la gente;
hasta que nuevamente por la noche
vuelve la desolación
con su enjambre
de muerte a destruirte
y a aplastarte en el quicio
de esta amarga verdad que te derrumba.