5
Nada tan malo como la impotencia.
También ese vacío que me crece,
esta amargura con que vivo ahora,
este marchar desarbolado
y este saber que no hay futuro.
Pero nada peor que la impotencia.
Saberme maniatado para todo
intento de traerte.
Si paz, si asesinatos, si oraciones
pudieran regresarte hasta mi abrazo...
Pero debo seguir
encadenado siempre
a esta condena de morir mi vida
si que regreses tú.