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También he renunciado por lentejas
a mi progenitura. Luego pienso
que todos renunciamos. Sigo -tenso-
queriendo dar cimientos a mis tejas.
Dejas. Renuncias y renuncias. Rejas
te encierran cada día. Mar inmenso
-solitario- te ahoga.
Haces el censo
de lo perdido... y lo ganado dejas.
Te amarga lo que tienes porque sabes
que sólo a costa de derrotas puedes
edificar un falso y mal sustento.
Y sueltas las amarras de tus naves
y destrozas los nudos de tus redes
para que arrastre tu fracaso el viento.