(HOMBRE)
a José Ángel Ordóñez, Tertuliano
Fernández Calvo y Paco Bernal.
Las cálidas matrices paridoras
dan germen al dolor, paso a la vida;
se crece la semilla, enaltecida
por el amor en flor de las auroras.
Vino sin él saberlo. Y ya las horas
del gozo se le clavan en su herida,
y el hombre se hace dios, porque se olvida
de Adán y de sus fuentes mordedoras.
Pero viene del útero fecundo,
corcel sin bridas, corazón sin frenos,
tumbando rocas, derribando el monte.
Se crece más y más, dueño del mundo...
y a Dios le basta un gesto más o menos
para aplastarlo contra el horizonte.