a Pascual y Conchita.
Eso soy yo,
tristeza en carne viva,
árbol sustentador de sueños como pájaros
sin nadie que me diga
dónde encontrar un muñón frágil del tronco
para morir mis sueños bocarriba;
tristeza que me habita y me alimenta
como el sentido pan de cada día,
como el sudado llanto,
como la pena antigua...
...Pero dejad que llegue la tristeza
en bandada de hojas ya podridas,
en bandada de gorriones muertos
sobre cualquier cornisa;
pero dejad que llegue como un llanto,
sobre lluvia o ceniza:
en ese musgo crecerá mi verso
y se alzará mi día.