22
Por debajo de mi yo
va otra corriente fluyendo,
sucia, sin luz, sin que pueda
modificar su silencio.
Corriente que no me ahoga
pero que va destruyendo
mis mejores besos rotos
y mis peores recuerdos;
que va cuarteando al paso
los sillares de mi tiempo,
desconchando mis paredes,
descabezando mis huesos,
poniendo su embate sordo
a mis claras voces, lejos.
Otra corriente que enturbia
palabras, miradas, gestos,
haciendo que lo que digo
lo digo mas no lo siento.
Si yo pudiera secar
esa corriente que llevo
seguro que quedaría
viviendo, sólo viviendo.