19
Será bello el amor en primavera,
pero en diciembre, al crepitar del fuego,
se encienden los rescoldos de ese luego
que no pensamos que existir pudiera.
Nos dicen que es la muerte quien espera;
nos dicen que el amor es niño y ciego.
No permiten jugar; pero este juego
lanza al final su póstuma bandera.
No hay después, ni futuro, ni pasado;
sólo queda ese nudo desatado
que se nos pierde porque no es eterno.
Y por las primaveras que he perdido
sin apenas saberlo, sólo pido
estar enamorado... aunque es invierno.