9
Aunque acaso puedas que procures
retener el ayer y su dulzura,
desbrozar los senderos que cruzaste
porque le han crecido hierbas entre tanto
y ya no sabes ni por dónde fue;
aunque acaso puedas que atesores
las monedas gastadas para luego
comprender que han perdido su valor;
aunque acaso puedas que apresures
la contramarcha ya imposible
del reloj de tu historia,
le estás tendiendo un puente y no de plata
al enemigo que te va matando,
royendo desde dentro.