Si tanta primavera me convoca
Si tanta primavera me convoca
hacia tus claros, finos miradores,
yo quebraré mis perros mordedores
en firme ruta hasta tu firme roca.
Mi can hacia tus labios se desboca
pero lo amansas con tus resplandores,
y apenas si es caricia entre temblores
cuando mi verso nace de tu boca.
Para soneto tú. No me hace falta
ni el verso, ni la rima, ni la alta
arquitectura de catorce ríos.
Atardeceres junto a tu sonrisa…
mientras, despedazados por la brisa
alza tu mano mis escalofríos.
(Publicado en Árbol de fuego nº 5, Agosto de 1968, Venezuela)